9/10/2011

Comienza la función


Me encuentro en un teatro… 


Soy yo la estrella de la función, pero no tengo forma humana... soy un ave, un pajarito color naranjita, amarillito...


No distingo muy bien de que se trata la función, solo sé que abro mucho mis alas y dejo ver mis lindos colores tornasol, hay otras aves conmigo...

Termina la tan aplaudida función y ya en mi casa, con mi forma humana, me doy cuenta de que me acabo de cambiar a una casa con escaleras en forma de caracol, oscura y con una gran ventana, salgo por ella para ver que hay cerca de la casa, es de noche, veo que el lugar es un andador, 

hay casas con muchas flores y una seguida de la otra… 


A pesar de que es de noche uno que otro vecino están despiertos y tienen un aire misterioso, siento miedo y me regreso a mi casa, en donde encuentro a uno de los vecinos que acabo de ver afuera, platicando con mi prima. Es un señor que no me inspira buena vibra, quiero que se vaya, lo acompaño a la ventana, no entiendo ¿por qué no podemos usar una puerta para salir y entrar? :S

Me regreso a la casa y busco a mi prima para decirle que no me da buena espina aquel señor, pero ella se encuentra nuevamente con el.

Se repite la escena...lo acompaño a la ventana para que se vaya...

Nuevamente me salen plumas y me encuentro en el escenario tras una jaula, pues la función está a punto de comenzar…



Este sueño me recuerda a unas lineas de Cecilia Brida en "Caída libre":

Nubes de humo, colchones del cielo
Un ángel  danza con alas cansadas,
en pliegues de luz  sumerge mi sombra…
buscando equilibrio en  espacios de riesgo
paciente en su lucha de entrega y constancia

Ángel que ahoga mi grito en un rezo
Y abriga en sus plumas mi errante locura
abrazo, claridad, certeza y cordura 
me muevo, me aquieto, espero su beso

Ojitos dulces en un mundo de cuentos
 juega en laberintos de estrellas y lunas,
cae al océano en tobogán de arco iris
y dibuja  burbujas que flotando me guían

 refleja en su cuerpo  y figura ondulante
el color del  silencio que invade la calma
Prepara el salto de solemne osadía
me mira y se eleva dorado y radiante
 
En su frágil andar, desata sus alas…
Los ecos no responden a su lenta caída
Caída de los cielos…caída de la vida…
Rompe despacio las  capas del viento

Retorna al infinito,  me lleva en sus ojos 
mientras me acaricia con su cortina de luz…
Hace pedazos los brillos del sol,
Y me envuelve en sonrisas de miel y fulgor

En el veloz recorrido me olvido del destino,
la libertad es licor dulce que me embriaga
Y las  danzarinas plumas  son cálido abrazo
que acarician en silencio  mi nuevo corazón.

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